Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


sábado, 3 de noviembre de 2012

Querer a alguien y no poder gritarlo.


Querer gritar que te quiero, pero no poder. Y no poder, porque no te tengo. Y no te tengo, porque no soy lo suficientemente guapa,  maja... o cualquier otro adjetivo que tú valores, para ti. 
Tú no sabes lo que daría yo por estar entre tus brazos, ¿verdad? Seguro que nadie ofrece ni la mitad de lo que ofrecería yo, si tuviese la oportunidad.
Y sé que no te puedo prometer un paraíso, ni darte lo mejor del mundo, ni comprarte todo lo que quieras, ni llevarte al lugar al que más desees ir... pero, ¿sabes qué? Haría algo, y no algo posible, algo imposible, por hacerte feliz. Por tan solo verte sonreír, daría mi vida.