Aprende. Lo digo en serio, te quiero.

Aún hay cosas que aprender, por ejemplo, olvidar. Suena fácil, pero no lo es, para nada. Eso sí, no te dejes llevar, ni por nada, ni por nadie. Siéntete orgullosa de ti mismo. Sé feliz. Sonríe. Deja todos los problemas de lado, sí, con esto quiero decir, que él es un problema. Es ese problema que te impide vivir tranquila, el problema que tanto te hace sufrir, el problema que impide que seas feliz y saques esa gran sonrisa que tienes. Al final, es él quien te maneja. Si tú no quieres, él no lo va a hacer, pero estás tan perdida por él, que al final, siempre te dejas llevar por sus putas palabras. Son palabras que sobran, porque no eres una flipada. Aunque puedas serlo, te puedes permitir ese gran lujo amiga. No eres fea, y lo sabes. ¿Sabes? A palabras necias, oídos sordos. Es algo que me enseñó mi madre en su día, y me sirve de mucho. Y bueno, que te tiene que importar lo que te diga, pero siempre y cuando, tenga un poquito más de cerebro y se merezca que te preocupes por él. Hasta entonces, no. Es un gilipollas, un creído, un chulo, un manipulador. Olvidate de él, no te merece.

La vida te sorprende.

Es este el momento indicado, para decir que ya nada es lo que era, que todo cambia con los años. Yo ya no sé si vivo en un mundo de locos, de amargados, de gente feliz, de extraños... cada día, la gente es diferente. Cambiamos de gustos, más que de ropa interior. No lo entiendo. Que sí, que vale que estéis vosotros a gusto con estos cambios... a mí me da igual. Pero es raro, ¿no creéis? Bueno, allá vosotros... pero eso sí, ser felices y no os hagáis daño.

Parece ser que has deshecho las maletas, que quieres quedarte más tiempo en mi corazón.

Creía que te ibas, estaba casi segura. Pero ya veo que no, has decidido quedarte aquí, más tiempo conmigo... ¿Por qué? ¿No te puedes largar de una vez y dejarme en paz? No, ¿verdad? Pues muy bien, tendré que echarte a patadas, no me convienes. No te quiero aquí. Aunque me duela, a mí no me viene bien tenerte ahí dentro, así que ADIÓS. Vete de aquí, y no vuelvas más, en tu vida.

Adiós.

Ya nada vale la pena. Intentas hacer algo, y lo jodes más. Intentas aclarar las cosas, y las echas mierda por encima. Intentas demostrar cosas, y demuestras todo lo contrario. 
He intentado de todo, pero no lo consigo. Me jode, porque quiero conseguirlo; y sé que puedo, pero me cuesta. Ya llevo dos años así, y cuando lo tenía en mis manos, llegó el verano. Ese verano que me hizo perder la confianza en mi misma, y hundirme. Ese verano que me hizo llegar del 99%, al 20%. Creo que hay cosas, que vale la pena intentarlas; pero hasta cierto punto. Yo ya estoy harta, aunque voy a seguir.

Cosas de las que te arrepientes.

Un día, te das cuenta de que querías haberlo hecho, sí, te mataban las ganas. Pero, fuiste tonta. No lo hiciste, y todo por vergüenza. Sí, esa maldita palabra que nos hace no hacer lo que deseamos; esa palabra que odio, pero que a la vez, es la que mejor me define; esa palabra que me hace cagarla; esa palabra, con la que si no existiese, la cagaría más aún. Mejor arrepentirse de haber hecho algo, que de no haber hecho lo que verdaderamente querías.

Te quiero.

Poder llegar a ese punto. Notar tu sonrisa cuando me besas. Llegar a sentir que tu aliento es mío, y mi aliento es tuyo. No saber si lo que toco es mi pierna, o tal vez tu brazo. Acariciarte la cara, y decirte que eres lo mejor. Apartarme el pelo, para que me mires a los ojos y me digas cuánto me quieres. Mojar mis labios y después, besarte. Decirte todas las veces que hagan falta y más que como te quiero a ti, nunca he querido ni voy a querer a nadie. Sentir, que tu cuerpo y mi cuerpo son solo uno. Sentir que tú y yo, somos una pieza que hizo el destino, que no es que esté soldada, es que nació unida, y así seguirá. Que no me voy a separar de ti, NUNCA.

Ander, mi mejor amigo.

Desde los dos años, sí. Hace nada más y nada menos que doce años que conozco al mejor amigo que nadie puede tener. Daros cuenta, de que nunca vais a tener al mejor amigo del mundo, porque lo tengo yo, y es solo mío.
Que tendremos nuestros más y nuestros menos, como todo el mundo, pero los dos sabemos, que las 24 horas del día, vamos a estar aquí uno apoyándo al otro. Que le cuento todo, es el que mejor me escucha. Aunque a veces parezca que está a lo suyo, siempre se entera de lo que le digo. Y aunque a veces se quede callado un buen rato, al de 10 minutos me dice las soluciones a mis problemas.
A lo largo de nuestra amistad, con ciertos gilipollas que se ríen diciéndo que somos novios, como si fuesen niños de dos años, hemos aprendido, que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Y que nos da igual lo que piensen, somos mejores amigos, y punto.
Que él, solo él, es el mejor de todos.

¡TE QUIERO!

¿Dónde se ha quedado todo?

Las alegrías de cuando éramos niños. Cuando venían los reyes magos con un saco lleno de regalos para nosotros. Cuando les dejábamos el agua a los camellos y leche con galletas a sus dueños. Cuando creíamos en mundos imaginarios. Cuando todo era mucho más facil para todos. Cuando creíamos que haber perdido un muñeco era un problema.
Al fin y al cabo, a todos nos gustaría a veces volver a ser niños de vez en cuando. Pero la vida pasa, y los años también. Cada vez somos más mayores y supuestamente más maduros. Tenemos que creer en nosotros mismos, en nuestra fuerza de voluntad; como cuando éramos más pequeños.
Algunos dicen que ellos no quieren volver a ser los típicos "mocosillos" a los que les van a buscar al colegio, a los que les dan todo lo que quieren, a los que no les dejan hacer nada... pero aunque ellos lo nieguen, seguro que echan de menos su infancia, su bonita infancia.
Lo mejor, es jugar y pasartelo bien, pero a tu manera. No creas que por ser más mayor no tienes derecho a divertirte. Haz pasar cada momento de tu vida como mejor puedas. Disfrúta de todo como si fuese la primera y última vez. ¿Que quieres beber? Bebe. Si hace falta, para emborracharte, bebe hasta las copas de los árboles. Comete el mundo. Salta, ríe, canta, baila, GRITA, pero demuestrale al mundo que eres feliz.

Si pudiera tenerte.

Tienes la cara más bonita que yo haya visto jamás. Tienes esa maldita fuerza que me ha enganchado y no me va a soltar. Tu olor me inspira, tu voz me incita a que mi risa nazca sin pensar. Que mi estómago esté cerrado y me hago daño porque sé que no estás.
Si pudiera tenerte y quererte a la vez. Si tuviera tu amor, no lloraría por ver que no te tengo. Y me pierdo, y te quiero tener. Si estuviera a tu lado moriría por ser esa que cuida de ti, esa que sueña con ser tu amor eterno, ese trozo que quiero tener.
Es cada gesto una obra maestra que tú regalas sin saber por qué. Que lo que nace y lo que tienes dentro, es todo arte que haces sin querer. Mirar tu cara, es mirar un sueño que está a mi alcance y no puedo tener. Que no me quieras me duele, y siento que no te tengo y te quiero tener.

Esta es la realidad.

Muchas veces, me han dicho que les gusta como escribo y que tengo algo llamado imaginación. No, no es imaginación. Yo sé muy bien qué es lo que me hace escribir como algunos dicen bien. Es que yo no escribo cosas cualquieras. Yo escribo lo que pienso, es decir, mis sentimientos. Soy de esas personas que cree que la imaginación está "en peligro de extinción"... Porque es algo, que normalmente, los más pequeños poseen. Y cada vez, los más pequeños, más adelantados van y más se quieren parecer a los mayores. Existe poca gente con imaginación, y mucha con sentimientos.

Lo que siento.

Escucha un segundo a lo que dice mi corazón, tan solo permiteme enamorarme como si fuera la primera vez. Si tú quieres, venga, dímelo; es que no vivo si no escucho tu voz en mi interior. Dejame sentir lo que es amor.
Bésame mi amor. Una vez más, hazme recordar que en nuestra historia no habrá final. Y si alguna vez, el destino nos quiere separar, agarra mi mano, no te soltaré jamás. Vivamos juntos tú y yo para siempre porque te quiero como a nadie más.
Y yo te pido la oportunidad de que me dejes entrar en tu vida. Lo que siento aquí adentro, no se puede comparar. Formas parte de mi vida, no te quiero olvidar.

FRÍAS, ALGO MÁS QUE TODO.

Muchos pensarán que parezco tonta por el simple hecho de mostrar mis sentimientos. Pero nunca me cansaré de decir que Frías es LO MEJOR.

No es una simple ciudad, es mi ciudad. He vivido buenos y malos momentos en ella, he vivido los mejores momentos en ella. Allí he conocido a gente que sé que nunca me va a fallar y he mejorado relaciones. Son ellos, los fredenses, los que me hacen desconectar de mi mundo real; los que me hacen llegar a un mundo perfecto; los que me hacen olvidar mis problemas; los que me hacen reír; los que hacen que mi vida sea más fácil y que tropiece menos veces.

Todavía recuerdo el momento de mi llegada... fue raro. Un 15 de junio de 2005, nada más llegar dije: me encanta este sitio. Y hasta hoy, que cada día le he cogido más cariño. 6 años, que se me han pasado rapido y lento a la vez, que me encantaría que hubiesen sido más años. Pero estoy tranquila, esos años llegarán.

Que a algunos no os conozco de hace tanto; pero que os quiero a la mayoría por igual.

SOIS MI VIDA, os hecho de menos.

Que la vergüenza no se apodere de ti.

Llega un momento, en el que te das cuenta de que no eres capaz de hacer lo que llevas meses soñando. Pero, imagina que no eres tú quien habla, imagina que es una persona que no existe. Pega un grito al mundo y dile que esta vez no eres tú, que alguien se ha apoderado de ti y esta vez, no es la vergüenza, es tu propia imaginación.
Mejor arrepentirse de haber hecho algo, que de no haber hecho lo que querías.

Me encanta aprender, que me enseñen.

Ayer, me costó asumirlo, pero sí, es verdad, tengo que tragarme mi orgullo. Tengo que aprender a resistirme, a escuchar, a hablar... Tengo que aprender muchas cosas.
Yo no soy la típica chica que dice lo que le apetece cuando se le viene en gana, pero lo he hecho. A veces, resistirse a algo, resulta muy difícil. Sé que no es muy conveniente ser orgullosa, yo no me lo considero. Es más, me considero inferior a lo que soy. Pero, si yo misma no me hecho flores, ¿quién me las va a hechar? Muchos pensaran que soy una creída, pero me da igual. Me importa lo que digan de mí, cuando me lo dice alguien en quien confío, alguien que me importa a mí. Por eso, ayer, cuando me dijeron que tenía que tragarme mi orgullo, aunque me costaría asumirlo, lo hice.
Muchos saben como soy y como me creo yo que soy. Aunque a veces diga frases muy "creídas", quien de verdad me conoce, sabe que no lo soy. Y ahora, creo que es un poco tarde, pero pido perdón por no contenerme y decir ayer alguna cosa que pensaba y me tenía que haber callado.