Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


martes, 24 de marzo de 2015

Inexplicable.

¿Y qué pasa si ahora digo que sólo puedo pensar en una persona? Y sí, todo el rato en la misma. Y sí, de una manera casi obsesiva. Y sí, también de una manera peligrosa, para qué engañarnos. Una y otra vez me pasa lo mismo. No salgo de esta rutina. Primero con una, después con otra. ¿Alguna vez acabará saliéndome bien algo de esto? De verdad, estoy cansada. Parece algo tan irreal para un ajeno, como intenso para mí. Algo tan absurdo para vosotros, como tan emocionante para mis sentimientos. Probablemente, nadie se dé por aludido con esto y, probablemente también, quien tendría que darse, nunca leerá esto; pero ni siquiera pretendo que lo haga. Sólo quiero que, sin pasearse más por mi mente, abra la puerta y se vaya, ya que estoy segura de que no se quiere quedar. Y me duele escribir algo tan desordenado, pero dicen que cuando no consigues ordenar tu mente o sentimientos, menos podrás conseguir ordenar el resto de tus cosas. Así que sí, este es el resultado: un texto sin ningún tipo de sentido, escrito por una "adolescente" con la cabeza revolucionada y sin saber qué hacer con su vida.

domingo, 4 de enero de 2015

Buscando lo imposible.

Escribo sin pensar en nadie, pensando únicamente en una pareja, pero en ninguna en concreto. ¿Por qué será que ya no quiero a nadie en especial? Seguramente sea porque, aunque suene muy cursi, mi corazón ya se haya cansado de sufrir por gente que no lo merecía. Está esperando a que llegue ella. Esa que se ría de mis bromas, o hasta incluso de mí. Esa que se sienta especial y única cada vez que le doy los buenos días, o en mi caso, egun ones. Esa que sonría entre cada beso, entre cada 'te quiero'. Esa que sepa todo sobre mí, pero aun así piense que soy lo que necesita en su día a día. Esa que mis defectos los tome como virtudes y me diga todo lo que piensa sin miedo a cómo yo pueda reaccionar (eso sí, si es con delicadeza, mejor). Esa que pase mucho tiempo conmigo. Esa que no se olvide de sus amigos aunque me tenga a mí, pero que cuando esté con ellos, no me olvide. Esa que me eche de menos cuando no estoy, pero que sea capaz de vivir sin mí, ya que la obsesión y la posesión tampoco son buenas. Esa que me deje abrazarla por la espalda, y después de susurrarle al oído lo mucho que la quiero, se gire para besarme mientras las dos sonreímos. Esa que cuando tenga problemas, acuda a mí sin pensárselo dos veces, sabiendo que puede confiar en mí. Esa que me pare el mundo cada vez que me mira a los ojos. Esa que haga "locuras" conmigo. Esa que con tan solo yo decirle una palabra, sepa cómo me siento y en el caso de estar mal, me abrazase, me diese un beso en la mejilla y me dijese 'no te preocupes tonta, yo estoy aquí para ayudarte'. Esa que haga planes de futuro conmigo aun sabiendo que difícilmente se cumplan. Esa que de vez en cuando me diga de jugar unos Fifas en la Play aunque no le guste, sólo para picarnos una a la otra. Esa que me obligue a acompañarla de compras y me haga entrar en tiendas que odio sólo para hacerme rabiar; porque aunque en el momento no me vaya a gustar una mierda, lo voy a recordar con un 'menuda plasta...', e inmediatamente, una sonrisa va a iluminar mi cara. Esa a la que no le importe, de vez en cuando, acompañarme a andar en bici, porque va a estar segura de que ella y la bici van a ser las que más relajada me hacen estar, aparte de mi prima la enana. Esa que no me quiera con ella las 24h del día como una lapa, pero que le cueste despedirse de mí, y que cuando esté a punto de verme, sienta los mismos nervios que la primera vez. Esa que me acompañase en un día de viento ligero a volar la cometa a la playa, a ver si me sale bien de una vez. Esa que cuando mire la gente que le ha hablado por WhatsApp y vea que yo soy una de esas personas, piense 'ya está esta pesada otra vez...' pero que en el fondo le encante y tenga la necesidad de contestarme. Esa que cuando venga a comer a mi casa y yo cocine para ella, aun sabiendo que lo hago fatal, confíe en mí y me deje hacerlo. Aunque luego tendríamos que acabar llamando al Telepi, o a cualquier sitio que a ella le gustase... y todo por haber perdido mi oportunidad de "MasterChef". Esa que me dé besos en el cuello hasta elevarme a lo más alto, y después me pediría un intercambio de papeles. Esa que me toque el pelo cuando no consigo dormir, para ayudarme a hacerlo. Esa que haga el gilipollas conmigo y nunca se canse de ello. Esa con la que de vez en cuando discuta, pero siempre perdamos el orgullo la una por la otra y acabemos pidiéndonos perdón. Esa con la que compartir mis mayores secretos, mis historias más vergonzosas, y que con ella yo sienta que son más naturales. Esa con la que sienta que puedo hablar de TODO, sin miedo a NADA. Esa... esa... esa... esa que me deje hacerla feliz. Esa que me quiera tal y como soy.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Confusión.

Es un momento de confusión. Quieres algo valioso que sabes que probablemente nunca conseguirás. Y de repente, ves algo con el mismo valor pero más difícil de conseguir aún. Y eso es lo que pasa. Quiero a una persona y todo es imposible, pero empiezo a querer a otra y la cosa está más negra todavía.
¿Sabéis lo que es querer a alguien tanto que llegas a sentir que te duele el alma? Ella no sabe que cada vez que la veo reír me crea una montaña rusa de hormigueos en el estómago, siento que el corazón me late más fuerte y noto cómo mis mejillas enrojecen con el calor de mi cuerpo. Ni que su mirada me atrapa y dos mil nueve sentimientos invaden mi mente. Tampoco sabe que cuando pasa por mi lado mis nervios aumentan, y dudo que se haya dado cuenta de la sonrisa de gilipollas que me sale cada vez que pronuncia mi nombre. Únicamente sabe que la quiero, pero no sabe cuánto.
Rozar esa sonrisa con mis labios, acariciar ese pelo que tanto le gusta, compartir mis peores y mejores momentos con ella, saber que no somos dos, sino que somos dos en una... Estos son los sueños que nunca cumpliré y seguramente quiera durante mucho tiempo. Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo evitar este bombardeo de sentimientos?

lunes, 30 de septiembre de 2013

Que te quiero, chica.

Poco a poco pasa el tiempo y me voy dando cuenta de que siempre acabo echando de menos ese algo que nunca he llegado a tener. Que cuanto más me dan, más quiero... Y cuanto más quiero, menos tengo. Y así siempre.
No sabes lo fácil que se me haría despertar todos los días sabiendo que soy el motivo de tu sonrisa, ya que eso sería el motivo de la mía. No sabes lo feliz que intentaría hacerte. Que daría el doble de mí, incluso el triple. Daría lo imposible por ti.
¿No ves que eres ese algo que equilibraría mi balanza de imperfecciones? Eres la que cambiaría mis sonrisas caídas por sonrisas de verdad. La que cambiaría mis ojos apagados por una mirada brillante de niña ilusionada. La que cambiaría mi ánimo diario. También cambiarías mi día a día.
Es realmente costoso mirarte a los ojos y únicamente poder sentir una lluvia de sentimientos dentro de mí, y no poder decírtelos. Realmente inaguantable evitar impulsos que recorren mis pensamientos cada vez que te veo. Aunque lo que es realmente jodido, es quererte sabiendo que tú no lo haces de la misma manera.

lunes, 12 de agosto de 2013

...

Hey, hola. Soy yo, esa que llegó por casualidad a tu vida. Soy esa que en cuanto vio tu mirada se quedó ensimismada. Sé que no debería escribir esto, pero necesito desahogarme, ¿y qué mejor sitio para hacerlo? Paso de escribir todo en un folio que no va a ninguna parte, como hago de costumbre. Y bueno, te quería explicar alguna cosilla...
La primera: ¿ves esos huecos de tu mano? ¿Sí? ¿Estás segura de que los ves bien? Pues bueno, quiero que sepas que si están ahí es para que mis dedos los ocupen, para que tú y yo vayamos de la mano sin problemas. Otra de las cosas es que... ¿sabes que mi cama es muy grande para mí sola? El hueco de mi lado está hecho para ti. Una cosa que también me gustaría que supieses es que te agradezco muchas cosas que sin darte cuenta, sin quererlo, has hecho por mí. También me gustaría que supieses que me encantan esos dos lunares de tu cuello. Y quiero que tengas en mente que tienes la sonrisa más bonita que existe, así que sácala a pasear de vez en cuando. Supongo que es hora de callarme, o mejor dicho... de dejar de escribir. En realidad hay muchas cosas que quiero que sepas, pero solo te voy a decir una última, y es que te quiero.

viernes, 9 de agosto de 2013

La sonrisa despeinada.

Que a veces con un tan solo 'hola' alguien es capaz de hacerte sonreír, y eso es lo único que te hace falta para estar bien en el día a día. O al menos para no tener la sonrisa al revés. ¿Y qué pasa cuando te quedas sin esos saludos? ¿Qué pasa cuando te quedas sin esos "motes" que hacían que se te iluminase la cara? ¿Qué hacer cuando la persona a la que más quieres ha encontrado ya a su media naranja, limón, pistacho, o como queráis llamarlo? ¿Qué hacer cuando no te quedan ganas de seguir luchando por nada? Intentas conseguir lo mejor de ella durante un tiempo, y de repente llega la persona perfecta para ella que de la noche a la mañana consigue todo lo que llevo intentando un tiempo sin mover ni un puto dedo. Y eso quieras que no, pues jode.

lunes, 24 de junio de 2013

Te quiero.

Me hace olvidarme de todo, hasta de la persona que ocupaba mi mente las 24 horas del día. Me hace reír con sus gracias, me pica con sus tonterías, me alegra con sus palabras, me ayuda con mis problemas aunque no lo sepa... No sabe lo que valoro y valoraré eso siempre. No creo que lo sepa nunca, ¿y todo por qué? Por miedo a perder lo que ni siquiera es mío.