Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


jueves, 26 de diciembre de 2013

Confusión.

Es un momento de confusión. Quieres algo valioso que sabes que probablemente nunca conseguirás. Y de repente, ves algo con el mismo valor pero más difícil de conseguir aún. Y eso es lo que pasa. Quiero a una persona y todo es imposible, pero empiezo a querer a otra y la cosa está más negra todavía.
¿Sabéis lo que es querer a alguien tanto que llegas a sentir que te duele el alma? Ella no sabe que cada vez que la veo reír me crea una montaña rusa de hormigueos en el estómago, siento que el corazón me late más fuerte y noto cómo mis mejillas enrojecen con el calor de mi cuerpo. Ni que su mirada me atrapa y dos mil nueve sentimientos invaden mi mente. Tampoco sabe que cuando pasa por mi lado mis nervios aumentan, y dudo que se haya dado cuenta de la sonrisa de gilipollas que me sale cada vez que pronuncia mi nombre. Únicamente sabe que la quiero, pero no sabe cuánto.
Rozar esa sonrisa con mis labios, acariciar ese pelo que tanto le gusta, compartir mis peores y mejores momentos con ella, saber que no somos dos, sino que somos dos en una... Estos son los sueños que nunca cumpliré y seguramente quiera durante mucho tiempo. Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo evitar este bombardeo de sentimientos?

lunes, 30 de septiembre de 2013

Que te quiero, chica.

Poco a poco pasa el tiempo y me voy dando cuenta de que siempre acabo echando de menos ese algo que nunca he llegado a tener. Que cuanto más me dan, más quiero... Y cuanto más quiero, menos tengo. Y así siempre.
No sabes lo fácil que se me haría despertar todos los días sabiendo que soy el motivo de tu sonrisa, ya que eso sería el motivo de la mía. No sabes lo feliz que intentaría hacerte. Que daría el doble de mí, incluso el triple. Daría lo imposible por ti.
¿No ves que eres ese algo que equilibraría mi balanza de imperfecciones? Eres la que cambiaría mis sonrisas caídas por sonrisas de verdad. La que cambiaría mis ojos apagados por una mirada brillante de niña ilusionada. La que cambiaría mi ánimo diario. También cambiarías mi día a día.
Es realmente costoso mirarte a los ojos y únicamente poder sentir una lluvia de sentimientos dentro de mí, y no poder decírtelos. Realmente inaguantable evitar impulsos que recorren mis pensamientos cada vez que te veo. Aunque lo que es realmente jodido, es quererte sabiendo que tú no lo haces de la misma manera.

lunes, 12 de agosto de 2013

...

Hey, hola. Soy yo, esa que llegó por casualidad a tu vida. Soy esa que en cuanto vio tu mirada se quedó ensimismada. Sé que no debería escribir esto, pero necesito desahogarme, ¿y qué mejor sitio para hacerlo? Paso de escribir todo en un folio que no va a ninguna parte, como hago de costumbre. Y bueno, te quería explicar alguna cosilla...
La primera: ¿ves esos huecos de tu mano? ¿Sí? ¿Estás segura de que los ves bien? Pues bueno, quiero que sepas que si están ahí es para que mis dedos los ocupen, para que tú y yo vayamos de la mano sin problemas. Otra de las cosas es que... ¿sabes que mi cama es muy grande para mí sola? El hueco de mi lado está hecho para ti. Una cosa que también me gustaría que supieses es que te agradezco muchas cosas que sin darte cuenta, sin quererlo, has hecho por mí. También me gustaría que supieses que me encantan esos dos lunares de tu cuello. Y quiero que tengas en mente que tienes la sonrisa más bonita que existe, así que sácala a pasear de vez en cuando. Supongo que es hora de callarme, o mejor dicho... de dejar de escribir. En realidad hay muchas cosas que quiero que sepas, pero solo te voy a decir una última, y es que te quiero.

viernes, 9 de agosto de 2013

La sonrisa despeinada.

Que a veces con un tan solo 'hola' alguien es capaz de hacerte sonreír, y eso es lo único que te hace falta para estar bien en el día a día. O al menos para no tener la sonrisa al revés. ¿Y qué pasa cuando te quedas sin esos saludos? ¿Qué pasa cuando te quedas sin esos "motes" que hacían que se te iluminase la cara? ¿Qué hacer cuando la persona a la que más quieres ha encontrado ya a su media naranja, limón, pistacho, o como queráis llamarlo? ¿Qué hacer cuando no te quedan ganas de seguir luchando por nada? Intentas conseguir lo mejor de ella durante un tiempo, y de repente llega la persona perfecta para ella que de la noche a la mañana consigue todo lo que llevo intentando un tiempo sin mover ni un puto dedo. Y eso quieras que no, pues jode.

lunes, 24 de junio de 2013

Te quiero.

Me hace olvidarme de todo, hasta de la persona que ocupaba mi mente las 24 horas del día. Me hace reír con sus gracias, me pica con sus tonterías, me alegra con sus palabras, me ayuda con mis problemas aunque no lo sepa... No sabe lo que valoro y valoraré eso siempre. No creo que lo sepa nunca, ¿y todo por qué? Por miedo a perder lo que ni siquiera es mío.

lunes, 17 de junio de 2013

Miedo.

¿Sabéis qué es el miedo? Miedo a que vuelva a pasar lo mismo. Miedo a perder todo, algo que ni siquiera es tuyo. A que todo lo que ya ha pasado, todo eso por lo que más has llegado a sufrir a lo largo de tu aún corta vida, vuelva a suceder. ¿Sabéis qué es tener que callarse algo que estás deseando gritar? Y todo por el puto miedo. Miedo que no va a ninguna parte, porque al fin y al cabo, ¿para qué existe? Necesito gritar que te quiero, necesito no tener miedo.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Rompiendo los esquemas.

Ya nada es como antes. Has cambiado, he cambiado. Ha llegado gente nueva a mi vida, cambiando mis reglas, mis costumbres, mis pensamientos y mis sentimientos.

viernes, 17 de mayo de 2013

Fuera de mí.

Eres la única persona de este planeta que ha conseguido hacerme reír mientras lloraba, o llorar mientras reía. Eres la única persona que consigue sacarme de quicio y alegrarme a la vez. Únicamente tú sabes cómo hacerme feliz. Sabes en todo momento lo que me pasa, y si estoy bien o mal. Eres experta en hacerme sonreír con tan solo una palabra. Tienes el don de hipnotizarme con la mirada. Así es imposible no enamorarse. Cuando tu único defecto es no querer a quien te quiere. Está claro que estás fuera de mi alcance.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Tu mirada.

Es una simple mirada. Os preguntaréis por qué justamente esa mirada, pero ni yo lo sé. Me crea mil sensaciones. Son sensaciones que recorren mi cuerpo de pies a cabeza. Que cuando pasan por mi estómago, siento un hormigueo dentro de mí. Es ese hormigueo que sientes al caer desde la parte más alta de una montaña rusa. Es ese hormigueo que te dice 'necesitas frenar', pero te gusta. El hormigueo que te dice 'vamos a repetir, que esto es lo más divertido', aunque en el fondo estés muerto de miedo. Una sensación extraña, sin nombre. Me cuesta expresarme, ya que ni yo misma me entiendo. 
Aún recuerdo la primera vez que vi esos ojos. Sentí cómo el corazón se me paraba por unos segundos. Yo no me creía nada de lo que recorría mi mente. Nunca me había pasado nada igual, ni parecido. Fue rarísimo, fue genial. Fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Juro que fue esa la primera y única mirada que me ha hecho decir 'es perfecta'.

lunes, 29 de abril de 2013

Rabia.

Me da rabia. Sí, me da mucha rabia verte. Me gusta y lo odio a la vez. Es estar un segundo a tu lado y no parar de pensar en todo lo que me gustaría hacer contigo. Son miles de ideas las que se me pasan por la cabeza en un momento. Y digo miles, por no decir millones.
¿Sabéis qué es tener a la persona a la que quieres a medio metro de ti, y que no te salgan las palabras? ¿Sabéis qué es querer decir algo y no poder, porque sabes que ese algo esa persona no lo va a querer escuchar? Me muero por decirte que te quiero cada vez que te veo. Me muero por darte un beso en los labios cada vez que te miro a los ojos. Me muero por abrazarte después de cada pique. Me muero por tantas cosas... tantas cosas que nunca van a ocurrir.
Cuando quedo contigo, llevo la cuenta atrás para verte. Y en cada día, cada hora, cada minuto de esa cuenta atrás, pienso en todo lo que voy a decirte o en todo lo que quiero hacer mientras estoy contigo. El problema está cuando llega el momento. Ahí todo se jode. Miriam se queda sin poder hacer nada, ya que la dejas embobada. Me vuelvo completamente idiota. No dejo de mirarte y pensar en lo perfecta que te veo, lo perfecta que eres.
Y ya no digo nada de cuando la vergüenza invade mis sueños... Se apodera de ellos, y no me deja cumpliros. En serio, no sabes la puta rabia que me da eso de no poder darte un abrazo en cualquier jodido momento. Me emparanoio. Me pongo a pensar en mis chorradas de '¿Y si se aparta?', '¿Y si la doy asco?', '¿Y si piensa que soy gilipollas?', '¿Y si..?'... bueno, una larga lista. El caso es que nunca te he dado un abrazo y siempre te digo que te lo voy a dar. Aunque bueno, teniendo en cuenta que tú tampoco vienes a dármelo... puede que mis "paranoias", no sean tan paranoias. Puede que sean verdad.

miércoles, 27 de marzo de 2013

La historia se repite.

A veces todo parece muy fácil. El amor llega y todo son risas, besos, caricias, abrazos... ¿Pero cuando éste no es el correspondido? ¿Qué decir de esto? Nada, ¿verdad? Nos quedamos sin palabras. Es ver a esa persona alejada de ti, besándose con otra y tú mientras tanto... mientras tanto, muriéndote por dentro. Ya no es únicamente al verla besarse con terceras personas, también es sabiendo que esas terceras personas le hacen muy feliz, pero ni un cuarto de la mitad de lo que le podrías hacer tú. Y bueno, ¿qué hacer? ¿No hay nada? ¿Un remedio para curar amores no correspondidos? Yo es que... creo que lo necesito. Lo necesito urgentemente.