Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


lunes, 30 de septiembre de 2013

Que te quiero, chica.

Poco a poco pasa el tiempo y me voy dando cuenta de que siempre acabo echando de menos ese algo que nunca he llegado a tener. Que cuanto más me dan, más quiero... Y cuanto más quiero, menos tengo. Y así siempre.
No sabes lo fácil que se me haría despertar todos los días sabiendo que soy el motivo de tu sonrisa, ya que eso sería el motivo de la mía. No sabes lo feliz que intentaría hacerte. Que daría el doble de mí, incluso el triple. Daría lo imposible por ti.
¿No ves que eres ese algo que equilibraría mi balanza de imperfecciones? Eres la que cambiaría mis sonrisas caídas por sonrisas de verdad. La que cambiaría mis ojos apagados por una mirada brillante de niña ilusionada. La que cambiaría mi ánimo diario. También cambiarías mi día a día.
Es realmente costoso mirarte a los ojos y únicamente poder sentir una lluvia de sentimientos dentro de mí, y no poder decírtelos. Realmente inaguantable evitar impulsos que recorren mis pensamientos cada vez que te veo. Aunque lo que es realmente jodido, es quererte sabiendo que tú no lo haces de la misma manera.