Laura Gordaliza.

Pues nada, que aquí estoy llorando como una tonta porque echo de menos a una gran persona, ¿qué os parece? Puede pareceros una locura, pero en tres semanas cogí la confianza que no he cogido en años con otras personas. Esa confianza que me hizo llegar al punto de convertirla en una de las personas más importantes para mí, en una amiga de las buenas, de las que por muy lejos que estén, nunca se pierden. La distancia, son solo números, yo sé que en el fondo ella está aquí conmigo. Que solo de pensar en el momento de nuestra despedida, en el que ella se iba para Murcia y yo a Bilbao, se me ponen los pelos de punta. Cómo lloré, sí amigos, cómo lloré. Parecía que se me había muerto alguien. Y bueno, voy a reconocer que nunca antes en la vida había llorado tanto por una persona. Y ahora, os voy a recomendar una cosa... y es que si vais a algún sitio de viaje, y conocéis gente, intentar caerles mal, porque si os lleváis bien, os vais a cagar en todo cuando llegue la hora de despedirse y de pensar que no os vais a ver casi nunca, si es que os veis. Yo sé, lo tengo 100% seguro, que antes de morirme, a esta chica la tengo que ver. Vamos, es que me da igual lo que tenga que esperar y lo que tenga que hacer, pero la quiero ver. Es impresionante. Todavía no me creo ni yo misma que en solo tres putas semanas la haya cogido tanto cariño. No la pienso olvidar NUNCA, que la quede claro. Es que, ni con alzheimer. Y, ¿por qué? Porque es imposible.

Miriam: ¿Te acuerdas de cuando nos despedimos?
Laura: Si, me tiré todo el viaje de vuelta llorando. Todo, todo.
Miriam: Joe Laura, que ahora me entran ganas de llorar a mí.
Laura: Y a mí.
Miriam: Ya estoy llorando joe.
Laura: ¡No llores tía! Además no sabía que eras tan importante para mí hasta que me tuve que despedir de ti, eres con la que más lloré. Te quiero un montón, y eso que no se te olvide en la vida.
Miriam: Ni yo, joder... ¡YO SÍ QUE TE QUIERO!
Laura: Soy tonta, y estoy llorando yo también.
Miriam: Ayyy, quiero verte.
Laura: Y yo. No me voy a olvidar de ti en la vida. Este fin de semana, te llamo, ¿vale? Y hablamos un rato y lloramos juntas por teléfono.
Miriam: Vale, me va a hacer más ilusión... ¡ya verás!
Laura: Dejame un comentario el viernes para que me acuerde, ¿vale?
Miriam: Si no te acuerdas tú, ya me acuerdo yo. Pero vamos, que este fin de semana lloramos las dos juntas sí o sí.
Laura: Vamos a estar hablando hasta horas...
Miriam: Ay, ¡qué ganas! Voy a contar hasta cada segundo...
Parece una conversación de dos tontas sentimentales...

TE QUIERO MUCHO LAURA, NUNCA LO OLVIDES.
Te echo de menos.