Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


viernes, 18 de noviembre de 2011

Aunque no lo parezca, la gente cambia.

Todos tenemos una infancia, si, una bonita infancia después de nacer. Pero poco a poco, la gente crece y cambia, tanto en el físico, como en el interior; a veces, cambia tanto que pasas un año sin verla, y... casi no sabes quién es. 
Con esos cambios, vas dando cuenta de cómo es verdaderamente la gente; de si vale la pena estar con ella, de si puedes confiar en ella... pero de lo que más te das cuenta, es de que las mejores amigas, cambien lo que cambien, siempre, siempre, siempre están ahí.

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