Sigue mis pasos, al final de ellos encontrarás la felicidad.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Aprende. Lo digo en serio, te quiero.

Aún hay cosas que aprender, por ejemplo, olvidar. Suena fácil, pero no lo es, para nada. Eso sí, no te dejes llevar, ni por nada, ni por nadie. Siéntete orgullosa de ti mismo. Sé feliz. Sonríe. Deja todos los problemas de lado, sí, con esto quiero decir, que él es un problema. Es ese problema que te impide vivir tranquila, el problema que tanto te hace sufrir, el problema que impide que seas feliz y saques esa gran sonrisa que tienes. Al final, es él quien te maneja. Si tú no quieres, él no lo va a hacer, pero estás tan perdida por él, que al final, siempre te dejas llevar por sus putas palabras. Son palabras que sobran, porque no eres una flipada. Aunque puedas serlo, te puedes permitir ese gran lujo amiga. No eres fea, y lo sabes. ¿Sabes? A palabras necias, oídos sordos. Es algo que me enseñó mi madre en su día, y me sirve de mucho. Y bueno, que te tiene que importar lo que te diga, pero siempre y cuando, tenga un poquito más de cerebro y se merezca que te preocupes por él. Hasta entonces, no. Es un gilipollas, un creído, un chulo, un manipulador. Olvidate de él, no te merece.

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